Wednesday, June 6, 2012

LA LÁMPARA DE DIOS TODAVÍA NO ESTÁ APAGADA:


“La lámpara de Dios  todavía estaba apagada, y Samuel dormía en el tiemplo del Señor donde estaba el arca de Dios” (1 Sam 3,3).

Joven sigue habiendo muchos motivos para la esperanza: la persona y la vida de Jesús de Nazaret sigue siendo fascinante y atractiva. Jesús tiene una respuesta para Ti. ¿Con cuál de las siguientes historias te identificas?

·        Existen jóvenes que piden, necesitan y desean ser acompañados en su vida psíquica y en su experiencia espiritual

·        Algunos desean simplemente seguir profundizando en su fe que fortalecieron en la educación religiosa cuando eran unos niños.

·        Otros vuelven después de haberse alejado y haberse perdido, extraviado en nombre de una presunta “libertad”; estos experimentan una profunda necesidad de la misericordia de Dios y a veces les cuesta creer en ella.

·        Están otros que son los que se encuentran perdidos, confundidos y extraviados y piden ayuda para entenderse a sí mismo, necesitan proyectarse, configurar una vida nueva y encontrar su sitio en el mundo.

·        Otros, en fin, intuyen una vocación propia, al matrimonio o a la vida consagrada, y piden ayuda para precisarla, aceptarla y dejar que fructifique.

Para Ti, sea cual sea tu caso, te lo digo joven en nombre de Jesucristo: LA LÁMPARA DE DIOS TODAVÍA NO ESTÁ APAGADA:

Busca un interlocutor en el que puedas confiar plenamente, con el que puedas abrirte de par en par. Busca una comunidad fiable que pueda sostenerte en la debilidad.

¿Tienes necesidad de ayuda? Búscala

¿Qué necesitas para tu crecimiento?

Sé que experimentas un profundo vacío en tu vida aunado con muchas contradicciones en tu mente y en tu corazón. Sufres una profunda soledad existencial y además mucha inconstancia, y a pesar de todo quieres ser mejor cada día.

Estás ante un problema espiritual que no se manifiesta claramente porque no tienes el tiempo para examinar estos detalles en tu vida, pero se hace patente en las necesidades fundamentales que pujan en tu cuerpo y en tu mente.

Tienes necesidad de Dios, necesitas y anhelas tener una relación más profunda con él, pero tienes miedo. Le tienes miedo a Él que es el único bueno y el Bien de la vida, de tu vida. No sabes cómo hablarle, necesitas aprender a rezar pero sientes vergüenza. Sí te avergüenzas aún estando a solas, a solas Tú y Él. Necesitas un estilo de vida laborioso y sereno a la vez, pero el silencio te da miedo, porque ahí te enfrentarás Contigo mismo y con Él, pero no temas ¡es la gran oportunidad!

A través de todas estas necesidades puedes descubrir el “deseo espiritual”, el anhelo de la fe, la preocupación seria por el futuro y por la propia vocación. Llegó la hora, manos a la obra, es tiempo de enfrentar todo esto y tomar decisiones.

Es necesario que pongas orden, que te fijes pequeños objetivos para alentar la propia perseverancia, prepara tu mente, refuerza tu voluntad, predispón tu discreción y amor a la gracia de Dios. Y a la base, alguien que te acompañe y te guíe, que sea tu director espiritual o acompañante que sepa orientarte. ¡Atrévete y verás que bueno es el Señor! Recuerda: LA LÁMPARA DE DIOS TODAVÍA NO ESTÁ APAGADA:
Paz y Bien
Vocaciones Capuchinas México - Texas.








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